martes, 27 de agosto de 2013

¿Por dónde empezar?... Por el inicio.




Empiezo por decirles que no soy misándrica (persona que siente aversión por los varones), las historias que relato a mi parecer son curiosas, divertidas y creo que en ellas hasta demuestro cierto amor por el género opuesto.



De mi niñez recuerdo que alguna vez me atrajeron dos o tres niños, en ese momento, el "amor" no era muy claro para mi, confiaba plenamente en que lo que sentía eran síntomas de enamoramiento, cuando en realidad, era ese afán por imitar lo que la sociedad te vende. Desde pequeños nos imponen esa falsa felicidad en cualquier medio publicitario, esa persecución casi que interminable de nuestra realización basada en un compromiso ligado a otro ser. Pero, saben?, de hecho el primer hombre del que aprendí varias cosas importantes fue de mi papá.



Él, un tanto arraigado a costumbres machistas, que hacía que su proceder se viera salpicado por una ignorancia atrevida, despertó en mi ese interés de no ser la típica mujer que se enamora, llora y se vuelve fría. Bahj! Eso sí que es cliché. En cambio, este actuar ni tan particular me incitó a enamorarme, a probar, a sufrir, a hacer sufrir, a jugar, calcular, analizar, anticipar y sobretodo a aprender. Aprender de cada hombre que pasó por mi vida, de los que se quedaron y los que menos mal se fueron.


Mi papá en resumidas cuentas, es celoso compulsivo, sabemos que es muy sabio el dicho que afirma: "Ladrón juzga por su condición", pues efectivamente, le gustaba ingerir alcohol en cantidades alarmantes (hoy en día lo hace pero en "menos" cantidad pues sufre del corazón), y además de eso lo debilitan las mujeres, es penoso mencionar con que tipo de mujeres se metía, por que mi mamá a diferencia de él, es tan fina, delicada, y de buen gusto, que sería dejarla mal parada por haberse casado con mi papá. Entre esas "queridas y elegantes" mujeres había una que toda la vida persiguió al patán de mi padre, debe tener serios problemas mentales para que estuviera tan empeñada en quedarse con él. Por su parte él, me imagino que no sólo engañaba a mi mamá con ella, también con varias otras. Yo sólo tengo recuerdos borrosos de los distintos estados de ebriedad de mi papá, peleas dónde se encerraban en el cuarto a discutir y yo lloraba inocente de esto, y lo peor de todo: El día que mi papá agredió físicamente a mi mamá...

Uno piensa que eso es muy normal en esta sociedad, lastimosamente aunque no debería serlo, lo es. Lo que cambia en mi caso es la reacción a lo que observé ese día. Por obvias razones en ese momento no iba a ser visible en mi comportamiento, creo que si me afectó, pero no terriblemente, pues mi mamá siempre se encargó de que no me hiciera falta nada, tanto material como sentimentalmente. También me permitió seguirlo viendo y visitando en la ciudad de dónde nos trasladamos. 

Hoy en día se que de él recopilé varias enseñanzas: No dejar que un hombre decida si trabajas, si estudias o si haces algo por ti misma. Es tu decisión, es tu futuro y tu felicidad. No se ligan estas cosas a otra persona antes de que estén bien definidas dentro de vos mismo. 

Aunque es mi papá, él antes de apoyarme siempre me ha juzgado por ser mujer. De ésto me dí cuenta cuando crecí, porque al empezar a salir con amigos, él no quedaba muy tranquilo, y siempre pensaba que yo estaba haciendo "cosas malas". Hoy en día creo que ya se rindió conmigo. El me ama a su modo, pues soy su única hija mujer y no todo ha sido tan malo, él nunca me ha agredido físicamente, me demuestra cariño, y aunque es un poco irresponsable en varias ocasiones a regañadientes me da algunos gustos. Sin embargo, amor no quita conocimiento, y para mi es claro que mi papá no fue el mejor ejemplo, ni la mejor enseñanza de vida. Actualmente tengo muy claro la clase de hombre que fue y es (aunque ya maduró una milésima), y le tengo pavor a cualquier patología parecida que presente un hombre con el que vaya a tener cualquier tipo de relación, ya sea sentimental o netamente física.

Queda muy claro que en mi vida, y en la de ustedes (espero) debe primar, el RESPETO, la NO AGRESIÓN, la SEGURIDAD, la CONFIANZA y el AMOR por sí mismo.

Quedo ansiosa por seguirles compartiendo mis secretos, y créanme se pone muchísimo mejor...

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